LA DESINFECCIÓN DEL AGUA, ESENCIAL
EN EL TRATAMIENTO DE PISCINAS
Una
óptima calidad de agua en nuestra piscina es fundamental para evitar problemas de salud. Esto es algo que parece muy obvio,
pero que en ocasiones creemos que el agua, en apariencia limpia, está preparada
para el baño, y puede darse el caso de no ser así.
El agua del primer llenado de la piscina (agua en red) ha sido tratada, por lo que está libre de patógenos. A partir de este momento, hemos de procurar mantener esta calidad de agua durante la temporada de baño.
El agua del primer llenado de la piscina (agua en red) ha sido tratada, por lo que está libre de patógenos. A partir de este momento, hemos de procurar mantener esta calidad de agua durante la temporada de baño.
Cuando nos bañamos dejamos restos
orgánicos (sudor, mucosas, aparato genitourinario...) e inorgánicos (cremas,
protectores solares, contaminación atmosférica, etc); lo cual provoca que el agua de la piscina sea un caldo de cultivo ideal
para todo tipo de algas y hongos. y será necesaria una correcta desinfección del agua de la piscina, para lo cual
existe una gran variedad de sistemas de desinfección: manuales y automatizados.
1. SISTEMAS MANUALES: cloro químico, hipoclorito de sodio y bromo.
a) Cloro químico
El cloro es un agente químico muy activo que actúa por oxidación. Las pastillas de cloro es una de las opciones más habituales a la hora del cuidado de la piscina. Las pastillas contienen otros productos que ayudan al mantenimiento de la piscina, como son bactericidas, cristalizadores, fungicidas, floculantes, etc.
1. SISTEMAS MANUALES: cloro químico, hipoclorito de sodio y bromo.
a) Cloro químico
El cloro es un agente químico muy activo que actúa por oxidación. Las pastillas de cloro es una de las opciones más habituales a la hora del cuidado de la piscina. Las pastillas contienen otros productos que ayudan al mantenimiento de la piscina, como son bactericidas, cristalizadores, fungicidas, floculantes, etc.
Cuando el cloro se aplica al agua requiere,
dependiendo del tipo de agua, un mayor o menor período de contacto y una mayor
o menor dosis del desinfectante. En cada caso, nuestros expertos de Espool Piscinas recomiendan determinar
la dosis mínima requerida para cada piscina. Disponemos de diferentes formatos, tanto líquido como sólido, en pastillas o en
polvo, según la velocidad de actuación necesaria para el agua de la piscina.
b) Hipoclorito de Sodio:
Se trata de un compuesto clorado usado con frecuencia en pastillas o forma
líquida; al mismo tiempo, puede ser usado como desinfectante.
Puede ser
administrado a través de una bomba de
dosificación.
Su utilización modifica el pH del agua, por lo que es necesario llevar un
control de éste. Tiene un gran poder desinfectante para la piscina, siendo letal para varios microorganismos,
virus y bacterias vegetativas. Su carácter residual favorece su poder desinfectante.
c) Bromo:
Tiene una eficacia desinfectante
similar al cloro pero el bromo es más activo a pH elevado. No provoca malos olores ni irrita la piel, los ojos, mucosas,
cabello o ropa. También tiene más capacidad de eliminar las algas. Puedes
encontrarlo en nuestras tiendas Espool
Piscinas.
2.
SISTEMAS AUTOMATIZADOS
Distinguimos de sistemas químicos y físico-químicos.
2.1. Sistemas
químicos: Cualquiera de los
sistemas descritos anteriormente como manuales podrá ser automatizado mediante bombas
dosificadoras y sondas de control.
2.2. Sistemas
físico-químicos:
- Ionización cobre/plata o hidrolisis
de la sal.
Es un sistema muy eficaz capaz de destruir microorganismos resistentes a otros
procesos químicos. Este tratamiento modifica
las propiedades de las sales presentes en la misma, estabilizando los niveles de acidez (pH), e inhibiendo los procesos
de incrustación y corrosión en los circuitos, bombas, filtros y calderas, evitando la formación y crecimiento de
algas y hongos.
- Electrolisis de sal o cloración salina.
La electrolisis de sal es un sistema de producción
de hipoclorito de sodio mediante sal y agua. Este sistema combina una alta tecnología y una ingeniería
novedosa, con un material básico y muy económico en nuestra sociedad, como es
la sal. Produce el cloro en forma de hipoclorito de sodio sin que exista ningún
peligro en su manejo y aplicación para la
piscina.
El sistema de electrólisis salina no tiene
consumo teórico de sal ya que trabaja en un ciclo cerrado. Cuando el agua
salada se somete al proceso de electrolisis de sal, se convierte en hipoclorito
de sodio que desinfecta el agua,
pero en cuanto dicha agua retorna a la piscina y entra en contacto con el aire,
el hipoclorito de sodio se volatiliza y vuelve a convertirse en sal que queda
disuelta de nuevo en el agua. Con este proceso se genera cloro puro sin otros
subproductos no deseables, alargándose
el tiempo del efecto desinfectante.
No provoca irritación en los ojos, las
mucosas y la piel. Aunque es necesario realizar una nivelación del pH.
- Tratamiento por luz ultra violeta.
El equipo automático de rayos de luz
ultravioleta UV-C consigue una doble
desinfección del agua mediante una reducción muy importante de cloro
combinado y la neutralización de las bacterias, virus y otros microorganismos existentes
en el agua, impidiendo que se reproduzcan. El resultado es una excelente calidad del agua, sin malos olores ni
problemas de irritación de los ojos, menor gasto de producto químico y ahorro
de agua de renovación. Pero solo se puede considerar como un proceso de apoyo, es necesario el aporte de otros elementos
de desinfección.
- Tratamiento
mediante ozono.
El ozono
es un agente desinfectante muy efectivo y puede ser usado en la piscina reemplazando al cloro. Una vez usado
para la desinfección pasa a formar oxigeno y no deja rastro en el agua, pero para
el mantenimiento del agua de la piscina, es
necesario que tenga siempre una pequeña cantidad de desinfectante, por lo
que el ozono debe utilizarse en compañía de otro compuesto, ya sea clorado u
otro producto químico parecido.
Su principal beneficio es la casi eliminación de
típico olor a piscina, eliminación de los ojos rojos y demás desventajas del
uso exclusivo del cloro y su peor desventaja es el coste y la instalación.
- Control del pH.
El pH óptimo para el agua de una piscina
debe situarse en el rango 7.2 - 7.4, en el que afortunadamente el cloro es
donde presenta su mayor efectividad. Un agua ácida (pH inferior a 7.0) puede
producir corrosión en los accesorios de la piscina, mientras que un pH
demasiado alcalino (mayor de 7.8) favorecerá la formación de incrustaciones
calcáreas así como una pérdida de efectividad del cloro.
Los procesos de cloración tienden a modificar el pH del agua por lo que es necesario realizar un control sobre éste.
Contacta con nuestros técnicos de Espool Piscinas y te ayudamos a realizar una buena calibración del regulador.
Los procesos de cloración tienden a modificar el pH del agua por lo que es necesario realizar un control sobre éste.
Contacta con nuestros técnicos de Espool Piscinas y te ayudamos a realizar una buena calibración del regulador.